Había un programa que se titulaba la «máquina de la verdad» en el cual todo era mentira. Vivimos un mundo en el que cada vez más nos cuesta discernir qué es verdad y lo que no. Así encontramos toda una pléyade de conspiranoicos y conspiradores, terraplanistas y negacionistas de toda clase cuyo resultado suele ser negativo para el ser humano.
El resultado del Espíritu de la verdad nos puede ayudar a dar testimonio de Jesús como una verdad que se vive a pesar de la adversidad. También nos puede ayudar a entender la verdad completa en su complejidad y por último es en este espíritu donde recordamos a Jesús.
Vivir en el Espíritu de la verdad es una invitación a ser fieles a la realidad en la que vivimos. Una realidad, que además de ser complicada, está llena de vida y esperanza en la que nos encontramos y convivimos. Feliz lunes.