20 de junio. Jueves de la XI semana del tiempo ordinario
Observamos la tendencia humana a caer en la palabrería vacía, creyendo que a mayor cantidad de palabras, mayor será la atención que recibimos. Por eso necesitamos de una vida auténtica, nacida del corazón y no de la ostentación.
El Padrenuestro no es una oración individualista, sino una plegaria que nos une como comunidad. Al dirigirnos a Dios como «Padre nuestro», reconocemos nuestra pertenencia a una familia universal, donde todos somos hermanos y hermanas.
El Padrenuestro es más que una simple oración; es un camino hacia la misericordia, la comunión y la coherencia entre nuestra fe y nuestras acciones. Hoy podríamos intentar que el Padrenuestro fuera nuestra guía para cultivar una relación cada vez más profunda con Dios y con nuestros hermanos y hermanas. Feliz jueves.