7 de julio. Domingo de la XIV semana del tiempo ordinario
Es muy interesante saber por qué cosas nos escandalizamos y por cuáles no. Es llamativo que nos escandalizamos por cosas que son pequeñas y que son asunto de otros, pero que en cambio es curioso que no nos nos escandalizan cosas que realmente son clamorosas.
Jesús comienza a enseñar en la sinagoga, y su público se muestra asombrado por su sabiduría y poder. Sin embargo, en lugar de admiración, surge el escándalo. Los habitantes de Nazaret lo reconocen como el hijo del carpintero, como alguien cercano y conocido. Esta familiaridad les impide ver más allá de lo aparente.
La invitación de hoy es a ir más allá de lo aparente y tratar de descubrir lo profundo de la realidad. Es tratar de ir más allá de lo poíticamente correcto y ver por dónde viene y va realmente la vida. Feliz domingo.