9 de julio. Martes de la XIV semana del tiempo ordinario
Tenemos la tendencia cultural de abordar la vida en una exagerada soledad, creyéndonos superhéroes. El asunto es que no lo somos y que necesitamos de los otros para abordar los retos que surgen en la vida.
Mateo nos presenta un momento crucial en el ministerio de Jesús: el envío de sus doce discípulos a predicar el Evangelio. Este evento marca un punto de inflexión, donde Jesús ya no solo enseña a las multitudes, sino que lo hace con la comundidad que representan los Doce.
Hoy podríamos a mriar a nuestro lado y ver con quién conformamos comunidades de vida y redes de solidaridad. Se trata de agradecer y reconocer que no estamos sólos y que nos están ayudando en el camino de la vida.
Soy de las del término medio, no me resulta nuevo lo que a otras personas les asusta. La pena es que lo «nuevo» es genial cuando vas descubriendo y luego, no sorprende la «realidD, noticia» del Jesús, Dios Luberador» lo fuimos algunas personas, integrando en nuestra Vida, como normal y mirando para otro lado aquello que no nos gustaba ni gusta! La pena es que estoy liberada, si, pero ahora, no pongo de mi parte en el mantenimiento de esa Fe viva…me falta algo, que sé que no me jugarán … se puede llamar tibieza? De eso, sí que Jesús alertaba!!! Doy gracias constantes en cualquier ocasión que soy consciente de mi suerte, la Fe. Dios que nunca falla etc. Sigo siendo, creo de e de las del medio! Sigo agradeciendo tus comentarios, Pello