1 de noviembre. Viernes de la XXX semana del tiempo ordinario
En nuestro afán por alcanzar el éxito, la felicidad y la realización personal, a menudo olvidamos lo importante. Las bienaventuranzas nos recuerdan que la verdadera felicidad está en caminos distitnos a los que nos presentan muchas pantallas.
Las bienaventuranzas son mucho más que una simple lista de virtudes. Son una invitación a experimentar una felicidad profunda y duradera, una felicidad que no depende de las circunstancias externas sino de nuestra relación con Dios y con los demás.
Hoy podríamos dejarnos inspirar por aquellas perosnas bienaventuras-santas que nos muestran los otros caminos. Esos caminos que nos llevan a lo importante, al corazón de la vida donde se cocina el amor, la libertad y la jsuticia.