19 de noviembre. martes de la XXXIII semana del tiempo ordinario
Vivimos en un mundo en el que las redes sociales nos permiten «subir» contenido para ser vistos, y así somos el centro de la vida. Frente a esto se nos está olvidando la capacidad de subir para ver, coger distancia de los obstáculos y mirar hacia lo importante.
Hoy nos resulta inspirador, recordar la historia de aquel hombre que literalmente subió a un árbol para ver a Jesús. El Evangelio así nos muestra que la búsqueda genuina de sentido supera cualquier obstáculo o prejuicio social.
En el medio del ajetreo ncesitamos elevar nuestro espíritu, donde superamos nuestras limitaciones y miedos para encontrarnos con la verdad. Se trata de atrevernos a ser diferentes y estar dispuestos a recibir lo inesperado que puede cambiar nuestra vida. Feliz martes.