17 de enero, Viernes de la I semana del tiempo ordinario San Antonio, abad
En nuestra sociedad actual hay muchos techos que tomper. Desdde personas con diversidades funcionales a techos que impiden el desarrollo por cuestiones de género, raza, origen,… Pero hay gente y amigos dispuestos a romper esos techos que condenan a la gente.
La acción de los amigos del paralítico nos muestra la importancia de la comunidad que es capaz de generar estas de superar las dificultades de la vida aparentemente infranqueables. Jesús no solo sana el cuerpo del paralítico, sino que también perdona sus pecados, mostrándonos que la verdadera sanación abarca a todo el entorno.
La invitación de hoy es a ser parte de ese grupo de amigos «rompetechos» que van rompiendo las barreras que excluyen a tantos. Se trata de esa experiencia de comunidad que no mira sólo por lo suyo, sino que es capaz de mirar la vulnerabilidad. Feliz viernes.