2 de marzo, Domingo de la VIII semana del tiempo ordinario
Al mirar al mundo como está, hay ocasiones en que podríamos preguntarnos quién nos guía. Pude parecer que nos guían ciegos y eso nos puede hacer caer en el hoyo en el que caemos una y otra vez.
Jesús pone en crísis nuestra mirada al mundo poinedo en crísis la mirada a nosotros mismos. Nuestras vidas nos impiden ver con claridad la realidad, enfocándonos en una cosa pequeña en lugar del papel que uno mismo juega en la realidad en la que vive.
Este domingo podríamos empezar a limpiar nuestra mirada. Se trata del ejercicio de reconocer nuestras propias fragilidades para que estas no nos oculten la realidad que habitamos, y en ella tratar de evitar caer en los hoyos que en todo camino hay. Feliz domingo.
