11 de abril, Viernes de la V semana de Cuaresma

Vivimos tiempos en los que las palabras pueden levantar ampollas escondidas, y el pensamiento diferente puede incomodar profundamente. La figura del que cuestiona y revela lo profundo sigue despertando resistencias.

Jesús, con serenidad, invita a mirar no tanto sus palabras, sino sus obras. Frente a la acusación, no se impone con fuerza, sino que apela a la coherencia entre lo que hace y lo que dice. En sus obras está la prueba de su vínculo con el Padre, en quien se revela la verdad que no necesita gritar para que sea evidente.

Nos toca mirar las obras antes que los prejuicios. Los prejuicios nos distorsionan la mirada a la realidad y, por tanto, nos alejan de vidas más verdaderas y más plenas. Así también, necesitamos crear ambientes libres de prejuicios y llenos de verdad. Feliz viernes.

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