11 de julio, sábado de la XIV semana del tiempo ordinario
Hay quien dice que vivimos en la sociedad del miedo: miedo a no estar a la altura, a quedarnos fuera, a perder lo que tenemos. Se alimenta desde titulares alarmistas, algoritmos y discursos que convierten la desconfianza en norma. El miedo se cuela en lo personal, lo colectivo y lo cotidiano.
Jesús nos invita a no dejarnos gobernar por ese miedo, porque quienes viven desde el Reino saben que nada valioso queda oculto para siempre. Aunque nos juzguen, aunque no entiendan, lo que cuenta es vivir con coherencia y luz. Somos valiosos, incluso cuando lo olvidamos.
Atrevámonos hoy a hablar con verdad, a defender lo justo, a cuidar a quien nadie ve. Que no nos paralice el “qué dirán” ni la inseguridad. Miremos alrededor y respondamos con gestos concretos: una palabra, una presencia, una decisión valiente. Feliz sábado.
