18 de julio, viernes de la XV semana del tiempo ordinario.
Vivimos en una sociedad que apuesta más por el cumplimiento de normas y protocolos que por la compasión. Así despersonalizamos el propósito de la norma y la realidad de la persona se pospone al cumplimiento estricto de la norma; y así se conveirte en norma ciega.
Jesús responde con firmeza cuando sus discípulos tienen hambre; la necesidad humana está por encima de los formalismos. Recuerda que el corazón de toda ley es la misericordia y así los cristianos estamos llamados a vivir en misericordia más allá de la ley.
Hoy podríamos parar ante lo que no encaja o se sale del guion, y preguntarnos con humildad qué hay detrás. Aprendamos a mirar con ojos más amplios, a soltar el juicio fácil y a poner la dignidad humana por delante de cualquier regla. Feliz viernes.
