14 de octubre, martes de la XXVIII semana del tiempo ordinario
Hoy vemos en redes vidas muy pulidas por fuera, pero a menudo vacías o fracturadas por dentro.Mostramos caras sonrientes en el escaparate digital y ocultamos lo que pesa en el corazón. Nos llenan las apariencias y al mismo tiempo sentimos sequedad interior.
En el Evangelio , Jesús denuncia que limpiamos lo externo —la copa y el plato— mientras el interior está lleno de “rapiña y maldad”. Él nos anima a dar limosna de lo que hay dentro, señalando que lo esencial brota del interior auténtico.
Mostremos lo que de verdad somos, sin coberturas ni engaños. Apoyémonos unos y otros para que nuestra coherencia interior se manifieste hacia el exterior. La verdad es algo que nuestra sociedad necesita como el agua. Feliz martes.
