24 de octubre, viernes de la XXIX semana del tiempo ordinario
Vivimos en una época saturada de información y de opiniones. Las redes, los medios y las pantallas nos ofrecen datos y tendencias sin pausa, pero pocas veces nos ayudan a comprender lo que realmente ocurre. Saber interpretar se ha vuelto más difícil que nunca.
Jesús reprocha a la gente que sabe prever el tiempo atmosférico pero no reconoce el tiempo interior ni los signos del momento que vive. Su invitación no es a predecir, sino a discernir: a mirar con profundidad, a juzgar lo justo, a reconciliarse antes de que sea tarde.
Intentemos aprender a leer lo que sucede más allá de la superficie. Detengámonos para escuchar el tiempo presente y lo que nos pide. Miremos con lucidez, con corazón atento, y busquemos la justicia que hace posible la paz, que es algo que va en lo profundo pero que cambia la realidad. Feliz viernes.
