13 de noviembre, jueves de la semana 32 del Tiempo Ordinario.
En un tiempo en el que las noticias cambian a cada minuto y la atención se desplaza con rapidez, buscamos señales claras que nos indiquen hacia dónde caminar. La impaciencia se instala con facilidad cuando no vemos resultados inmediatos en nuestras vidas. Sin embargo, muchas veces lo más transformador sucede sin grandes titulares.
El texto nos recuerda que lo auténtico no necesita espectáculo ni prisas, porque acontece en medio de lo cotidiano. Advierte de la tentación de buscar respuestas en promesas deslumbrantes que no conducen a nada. Invita a reconocer la luz discreta que ya está presente incluso cuando aún hay cansancio y dificultades.
Hoy podríamos abrir los ojos a lo que ya florece a nuestro alrededor y cuidar lo que empieza sin hacer ruido. Acompañamos así los procesos que laten cerca y dejamos que su claridad nos impulse con calma. Hagamos de este día una oportunidad para avanzar con esperanza. Feliz jueves.
