19 de febrero. Domingo de la VII semana del tiempo ordinario
Esto del amor se nos hace complicado, aunque no por ello deja de ser una parte esencial de nuestra vida. Somos máquinas de amar y ser amados, pero el problema es que casi siempre hacemos alguna pifia que estropea el deseo primero.
Jesús pone el listón muy alto: amar a los enemigos. La vida en el amor y desde el amor nos pone un horizonte que nos parece imposible, por eso el Padre es el referente. El Evangelio nos apunta a un horizonte en que las relaciones se transforman desde el amor.
Hoy podríamos dar gracias por todas esas personas que nos han amado, nos aman y nos amarán. Son ellas las que nos han enseñado a amar y la petición para hoy sería aprender a amar aún más y a más. Feliz domingo.
Para mi el amor es la esperanza de que hay vida eterna, es lo único que se salva de esta vida que nos ha tocado vivir… Es lo que nos ayuda a vivir, nos ayuda en los momentos duros y nos alegra la vida. Utilizo la palabra vida mucho, lo cual me ratifica que amar es vivir. Que grande es creer en Dios… Todo amor.