10 de febrero, Lunes de la V semana del tiempo ordinario Santa Escolástica
Vivimos en un tiempo donde la búsqueda de bienestar es constante. Desde avances médicos hasta tendencias de autocuidado, todo apunta a la necesidad de sanar cuerpo y alma. Sin embargo, en medio de tantas opciones, seguimos anhelando un contacto que nos devuelva la paz y la esperanza.
El Evangelio nos muestra a Jesús como fuente de sanación para quienes lo buscan con fe. No se trata solo de una curación física, sino de una transformación profunda. Basta con acercarse a Él, incluso con un simple gesto, para experimentar su amor que restaura y renueva.
Nuestra soceidad padece de distintas enfermedades además d elas muchas enfermedades personales. Se trata de ir tratando de mejorarlas en vez de ir empeorándolas con nuestro modo de ser ciudadanos. Feliz lunes.
