1 de octubre, miércoles de la XXVI semana del tiempo ordinario.Santa Teresa del Niño Jesús
En nuestras rutinas solemos hacer listas interminables de tareas pendientes: primero resolver el trabajo, luego cuidar de la casa, después quizá descansar un poco. Siempre parece haber algo antes de lo esencial, y la vida se nos escapa entre excusas y aplazamientos.
El Evangelio de hoy muestra a varios que quieren seguir a Jesús, pero ponen condiciones: despedirse, enterrar, asegurar un lugar. Él responde con imágenes tan claras como la del Hijo del hombre que no tiene dónde reclinar la cabeza, o la de quien toma el arado y no puede mirar atrás. El seguimiento exige decisión sin reservas.
Tenemos el reto de aprender a no posponer lo importante. Dejemos de decirnos excusas, de mirar atrás con nostalgias o miedos y pongamos el corazón en hoy mismo. Tal vez sea lo más revolucionario que podamos hacer hoy.
