7 de septiembre , domingo de la XXIII semana del tiempo ordinario
Vivimos en una sociedad que mide el éxito por lo que se acumula: objetos, experiencias, seguidores, títulos. Todo parece poco y siempre falta algo más. Pero en el fondo intuimos que la abundancia no se encuentra en poseer, sino en aprender a soltar.
El Evangelio de hoy nos habla de esa paradoja; para seguir a Jesús hay que renunciar, cargar la cruz, soltar seguridades. Con imágenes de construcción y de lucha, recuerda que no se trata de acumular más, sino de elegir lo esencial con decisión firme.
Intentemos desprendernos de lo que nos ata y nos limita. Aprendamos a vivir ligeros, con la libertad de quien no necesita guardarlo todo. Hagamos de este día un ejercicio compartido de renuncia que nos abra a una vida más plena. Feliz domingo.
