3 de marzo, Lunes de la VIII semana del tiempo ordinario
Vivimos en un mundo donde el éxito se mide en posesiones y el valor personal en bienes acumulados. Nos dicen que cuanto más tengamos, más seguros estaremos. Sin embargo, cada vez hay más gente que, a pesar de tenerlo todo, siente un vacío difícil de llenar.
En el Evangelio se nos pregunta por lo que nos impide seguir a Jesús. Aquel joven cumplía las normas, pero su apego a las riquezas lo detenía. Jesús lo mira con amor y le muestra el camino de despojarse de lo superfluo para abrazar lo esencial, confiar en Dios.
Nosotros también estamos llamados a preguntarnos qué nos ata y nos impide vivir en libertad. Tal vez hoy nos podríamos atrever a soltar lo que nos pesa y dar un paso más en la confianza. Tal vez sólos no podamos pero dejemos que Dios y los demás nos ayuden. Feliz lunes
