24 de enero, Viernes la II semana del tiempo ordinario.
Vivimos en un mundo de ruido constante, donde muchas veces olvidamos escuchar lo esencial de la vida. Las redes sociales, los compromisos, las urgencias y el ruido en genereal nos distrae y vamos despistados por la vida.
Jesús sube al monte y llama a los que quiso, sin filtros ni requisitos previos. Los llama por su nombre, no por lo que hicieron o dejaron de hacer, sino por lo que son: personas amadas por Dios. Hoy también Jesús nos sigue llamando cada mañana por nuestro nombre.
Hoy podríamos librarnos de tanto ruido que nos llega y afinar el oído a las llamadas importantes de la vida. Esas tienen un nombre y un horizonte que aparece en nuestra vida de cada día. Feliz viernes.