12 de agosto. Lunes de la XIX semana del tiempo ordinario
Los privilegios son una práctica social en la cual se trata de distinguir a unos de otros. La razón de los privilegios es múltiple, clase, dinero, religión, sexo,… Entre ellos, en nuestra Iglesia todavía perduran atisbos y deseos de algunos, de mantener privilegios eclesiales que no ayudan en nada a la misión evangélica de la Iglesia.
La acción de Jesús enseña sobre la importancia de cumplir con las obligaciones sociales, incluso cuando uno podría estar exento. El Hijo de Dios no se exime de sus obligaciones, sino que las cumple de manera ejemplar.
Muchas veces decimos que somos privilegiados, lo cual nos puede gustar. El asunto está en reconocer en qué y por qué somos privilegiados. Los privilegios se sustentan en una cultura que los legitima y a la humanidad le convendría mucho cambiar esas culturas. Feliz lunes.