15 de febrero. Miércoles de la VI semana del tiempo ordinario San Claudio de la Colombiere
Hay momentos en la vida en el que podemos estar un poco ciegos. No sabemos ni por dónde vamos, ni a dónde vamos, y los ojos de nuestro corazón se han velado con una oscuridad que nos impide caminar y nos bloquea.
Jesús cura al ciego porque se lo traen. Es importantísimo el papel de los mediadores para que la gente se acerque a Jesús, y especialmente los que más lo necesiten. El Evangelio y el Reino necesita de personas que acerquen otras personas al encuentro con Jesús.
¿Cómo de claro tenemos nuestro horizonte vital? Hoy puede ser un día para acercarnos a alguien que nos ayude a regular la vista de la vida. Contrastar cómo va, medir nuestras dioptrías, y sobre todo dejarnos tocar por Jesús. Feliz miércoles.