Lecturas 3 de octubre. Sábado XXVI tiempo ordinario
A veces parece que está mal estar contentos. Cuando preguntamos ¿qué tal estás? parece que la respuesta ha de tener un punto de descontento; el trabajo, la familia, la situación económica, un tema de salud, la pandemia,…
Los discípulos regresan contentos de haber cumplido la misión de anunciar el Reino. Vivir y anunciar el Reino hace mejor a este mundo y a nosotros, y eso nos produce un contento que en Ignacio se llama consolación.
Ignacio nos habla del oficio de consolar a partir de la experiencia de Jesús. Nos cuesta hablar de nuestra experiencia de Dios y nos cuesta más hablar de nuestra experiencia que nos contenta y que consuela a otros. Estar contentos, estar alegres como dice el Papa es parte esencial de nuestra vida cristiana. ¿Estás contento?
Sí, estoy Contento. «Comtento, Señor contento» que decía Alberto Hurtado sj.
Eso si la razón de estar contento no es q todo nos vaya bien, ni q nos vaya mejor q a otros, ni q tengamos salud o trabajo,… Si no como dice Jesús el ver em las cosas pequeñas y ordinarias de la vida q Aita Dios se está haciendo presente porque Él esta con los que sufren desde siempre… consolando.
Y eso me causa alegria y le pido al Aita Dios q los q están tristes tb sientan q Él está a su lado (incluso a traves de muchas personas q saben consolar al q sufre).
Eskerrik asko hausnarketa hauengatik.
Contento, Señor contento.