En Deusto, el 53% de las personas recién salidas de la universidad tienen empleo estable
Jesús Riaño – 1 abril 2019 | Universidad de Deusto
El debate sobre universidad y empresa no es nuevo. El equilibrio entre el espíritu tradicional de la universidad y las exigencias actuales del mercado laboral forma un camino sinuoso. La mirada de la universidad tiene que estar puesta en la empleabilidad de sus estudiantes o debería ofrecer un análisis y profundización teórica que no se realiza en las empresas en el día a día. Es el eterno dilema universitario.
La institución universitaria existe desde hace siglos y su función esencial ha sido inculcar el conocimiento y el espíritu crítico más allá de las necesidades cambiantes del mundo empresarial. Pero también es verdad que un estudiante sin trabajo culpará a la universidad de no haberle preparado para encajar en el esquema actual. La universidad no puede permitirse formar profesionales que acaben desempleados, pero… ¿qué tipo de empleo?
Analizar cómo será el empleo en el futuro es una labor compleja. Sin embargo, es posible reflexionar de acuerdo con la evolución y las tendencias que ya se están produciendo en el mercado de trabajo global. El escenario laboral se enfrentará en los próximos años a importantes desafíos: el envejecimiento poblacional, la revolución digital, el impacto de la robotización, las expectativas de las nuevas generaciones que están accediendo al mercado laboral, las nuevas estructuras empresariales, la globalización, la atracción y retención del talento, la gestión de la diversidad generacional en las organizaciones o los cambios en el sistema educativo.
Según el informe elaborado por PwC, “Trabajar en 2033”, la previsión es que la tasa de paro se reduzca al 6,7% en 2033. El paro, en el segmento de población activa con niveles de cualificación media y alta, se reducirá a niveles de pleno empleo, el 3,5% y del 1%, respectivamente. En cambio, el segmento de baja cualificación tardará más en recuperarse y no conseguirá bajar del 18,8% en 2033. A medida que aumenta el nivel educativo disminuye la tasa de desempleo.
Los jóvenes con menor nivel de formación tendrán más dificultades para acceder a un trabajo. En los próximos años, la mayoría de las oportunidades laborales se concentrarán entre las personas con más cualificación.
Poniendo el foco en la empleabilidad de las Universidades Vascas, podemos afirmar que éstas gozan de buena salud. El estudio que cada año realiza Lanbide en la Universidad de Deusto para conocer la situación laboral de los titulados universitarios, tres años después de acabar la carrera, así lo confirma. Ocho de cada diez recién egresados se encuentran trabajando y el tiempo que han tardado en acceder al primer empleo es de tan sólo cinco meses.
Pero cuando se habla empleo, parece lógico debatir sobre la calidad del empleo que se está creando. Existen parámetros que nos permiten identificar el empleo de calidad. Entre ellos estarían: empleo encajado (empleo asociado a titulación universitaria), empleo estable (personas ocupadas por cuenta propia, por cuenta ajena con contrato indefinido o socio cooperativista) y relación laboral (asalariados de carácter fijo o eventual).
Analizados los indicadores de la última promoción encuestada de Deusto, el 85,4% han firmado un contrato por cuenta ajena y el 49% son asalariados fijos. La calidad del empleo es alta, con un 86% de empleo encajado y con una estabilidad en el puesto de trabajo del 53%, superior a la media del conjunto de las Universidades Vascas (45%).
Después de dejar atrás una crisis económica y social, cuando la hoja de ruta ya está marcada por la Agenda 2030, no podemos conformarnos sólo con, ¿dónde está el empleo?, el debate laboral deberíamos estructurarlo en torno a la pregunta: ¿dónde está el empleo estable y de calidad?
Excelente información, me parece que es importante dos cosas, 1 que el gobierno apoye a las empresas con esquemas fiscales para contratar a nuevos empleados y 2 que los alumnos al salir como profesionistas tengan la vision no solo de trabajar a una empresa si no de generar trabajo, ser más emprendedores y reactivos a la situación actual del mundo, y para eso la universidad es un factor importante.