16 de noviembre. Sábado de la XXXII semana del tiempo ordinario
Vivimos en un modo donde la inmediatez de las redes sociales y la inteligencia artificial nos hace esperar respuestas instantáneas, donde la paciencia se desvanece ante cualquier pequeña frustración. Así la perseverancia parece algo en proceso de extinción.
La persistencia de aquella viuda nos enseña que la constancia tiene sentido. El Evangelio nos muestra que incluso los corazones más duros pueden ablandarse ante la firmeza de nuestras convicciones, y que si un juez injusto cedió ante la insistencia, ¿cuánto más atenderá Dios?
En una madrugada oscura del 16 de noviembre de 1989, lEllacuría y sus compañeros fueron asesinados por alzar la voz contra la injusticia y la violencia. Hoy podemos recordar al igual que tantos otros mártires que, como la viuda del Evangelio, persistieron incansablemente en su búsqueda de justicia. Feliz sábado.