Lecturas 24 de mayo, Lunes VII semana de Pascua
En tiempos de incertidumbre solemos buscar personas que nos hablen con claridad. Necesitamos relatos ordenados con mensajes suficientemente claros para que nos ayuden a conducirnos en la vida, pero no siempre obtenemos aquello que necesitamos.
Los discípulos vivieron un tiempo en que no entendían mucho a Jesús. De hecho, parece que casi no lo entendieron hasta la experiencia de Resurrección. El reto de entender con claridad la vida y predicación de Jesús nos habla de la riqueza y por tanto la complejidad de su propuesta.
En un mundo en que la realidad se ha hecho muy complicada, la tendencia es hacer relatos muy simples. El problema es que ante realidades complejas necesitamos explicaciones que se adapten a la realidad, y no a nuestros deseos. En política, en medios de comunicación, en pensamiento, buscamos explicaciones simplistas para entender algo que nos supera. Eso suena a lo que les pasó a los discípulos.