Lecturas 8 de noviembre. Domingo XXXII Tiempo ordinario.
Hay quien describe nuestra sociedad como la sociedad del conocimiento, pero tal y como el COVID-19 nos muestra, no lo sabemos todo. Sabemos muchas cosas, nuestra ciencia ha avanzado muchísimo y somos capaces de explicar muchos fenómenos de nuestro mundo, pero debemos de seguir reconociendo nuestra ignorancia como parte de nuestra sabiduría.
Jesús nos pone el ejemplo de las necias y de las prudentes como dos actitudes en la vida ante la acción de Dios (el esposo). En este sentido propone que la actitud evangélica es la de la prudencia, el de hacer todo por nuestra parte para que lo de Dios se pueda hacer presente.
En las elecciones de EEUU hemos visto, con nuestros ojos europeos, una confrontación entre necias y prudentes. Pero me temo que las necias no son tan necias, ni las prudentes son tan prudentes. Que la realidad humana, como por ejemplo el electorado estadounidense, es una realidad tan compleja que tenemos que reconocer nuestra ignorancia. Al igual que el Evangelio, porque no sabemos ni el día ni la hora, ni de Trump o de Biden, ni tampoco la nuestra.
Oso ondo lortua dago, Pello, zure iruzkinean Estatu Batuetako gizarteari buruz txertatzen duzun gogoeta.