Lecturas 15 de noviembre. Domingo XXXIII Tiempo ordinario.
En la vida dejamos de hacer muchas cosas por miedo, no declaramos nuestro amor, no pedimos ayuda, no nos embarcamos en nuevos proyectos, no nos atrevemos a vivir a fondo, no ponemos a rendir nuestros talentos,… Y lo hacemos en una sociedad en la que el miedo paraliza casi todo, pero también en la que se utiliza por algunos el miedo para controlar y manipular.
Jesús nos planea la parábola de los talentos. Se trata de reconocer todo lo que se nos ha dado y valorar el fruto que damos con todo eso. Y como en la vida nos ofrece varios tipos de personas, desde las que dan mucho fruto a los que no lo dan.
Ignacio nos dice que el amor se pone más en las obras que en las palabras. Esas obras son nuestros frutos que no se miden como rendimientos de capital, sino que se miden en más vida para los demás. Ojalá que el miedo no nos paralice en nuestra capacidad de amar y de dar vida.