Lecturas 2 de diciembre. Jueves I de Adviento San Francisco Javier.
Estamos oyendo todo el día ruidos, ruido de los coches, músicas en las tiendas, conversaciones ajenas, ruidos interiores,… Lo que tengo más dudas es hasta que punto escuchamos a nuestro interior, a la gente que tengo a mi lado o los gritos de dolores de parto de la creación. Estamos saturados de ruido y faltos de escucha.
Jesús nos explica que esto de escuchar consiste en un ejercicio de acogida de la palabra además de ponerla en práctica. Escuchar en serio es algo que nos transforma y nos hace capaces para la vida (casa sobre roca) y para trabajar por el Reino.
Los sabios nos enseñan que para escuchar hay que hacer silencio. Hay que dejar de estar mareados por el ruido y centrarse para escuchar. Es preparar la casa, el corazón a la palabra que se nos regala, que se nos da y acogerla. Escuchar es disponerse. ¿A quién y qué quieres escuchar hoy?
Hoy es San Francisco Javier, tras resistirse mucho, escuchó a Dios en su vida y con ello tuvo oportunidad de escuchar a mucha gente y en muchos idiomas. Un ejemplo de cómo la Palabra nos transforma.