Lecturas 8 de enero. Viernes Segunda Semana de Navidad
Hay quien diría que vivimos tiempos de maldición. La gente y las conversaciones no hacen otra cosa que decir mal de otros. El resultado es bastante insatisfactorio. En cambio cuando empleamos la bendición para construir puentes entre distintos, cuando reconocemos al distinto su valor, cuando creemos en el otro, el resultado suele ser mucho mejor.
Hoy el Evangelio es la buena noticia de la multiplicación de los panes y de los peces. El milagro surge de la bendición de Jesús, en una clara alusión a la eucaristía. Es a partir de su palabra donde se da el milagro de la abundancia.
Aprendamos a bendecir, a decir bien de la gente. Que nuestras palabras y nuestras vidas hablen de unir, de compartir, de crear juntos para algo mucho más grande que nosotros mismos. Bendecir es crear comunidad. Benditos todos.