Lecturas 30 de enero Sábado III Semana
Hay momentos en que necesitamos ir a la otra orilla. Alejarnos del gentío y buscar nuestro propio espacio para respirar y seguir viviendo. La otra orilla se convierte en un lugar para cargar pilas, llenarnos de energía, encontrarnos con nosotros mismos, un lugar en el que se abre un nuevo espacio para seguir adelante.
En el Evangelio de hoy vemos que cuando los discípulos van a la otra orilla ,Jesús aparece como alguien nuevo en su experiencia. Es un hecho que les cuestiona tanto que hasta se preguntan quién es ese.
En nuestra vida suele ser conveniente ir de vez en cuando a la otra orilla en la cual refugiarnos, nos llenemos de energía e incluso descansemos. Es en la otra orilla donde podemos entender y ver y ver mejor cómo va nuestra vida. Pero es en el camino, es cuando salimos donde nos encontramos con Jesús tal y como les ha ocurrido a los discípulos.