Lecturas 8 de agosto. Domingo XIX semana tiempo ordinario
Hay dos dinámicas fundamentales, una que es de vida para el mundo y otra que es de muerte. Al contemplar la realidad encontramos que las dos están ahí a la vez que se entremezclan y a la vez que no sabemos muy bien en cuál estamos nosotros.
Jesús nos dice que Él es el pan para la vida del mundo. El Evangelio es vida para el mundo, para este mundo, frente a la resistencia de propios y extraños. La propuesta de Jesús no es propia, sino la hace en el nombre del Padre que es el creador y el que quiere que tengamos vida.
La invitación de hoy es discernir. Discernir qué dinámicas de vida hay en mí y qué dinámicas de muerte. Se mezclan, se entreveran, van a la vez, pero conviene saber dónde estoy. Para eso la referencia del Evangelio y de Jesús nos ayudan a activar el GPS de la vida. Feliz domingo.