Lecturas 15 de febrero de 2022. Martes VI semana Tiempo Ordinario
Hoy más que nunca podemos acceder a más información que la que el ser humano hace 150 años pudiera haber imaginado. Gracias a todo el desarrollo de las tecnologías de la información tenemos ojos y oídos que nos permiten acceder a entender mejor este mundo. El resultado, me temo, es que no logramos entender mucho más.
Los discípulos no entienden a Jesús. No terminan de captar lo que Él dice, ni los signos que hace por lo que se quedan a mitad de camino. Los creyentes tampoco nos terminamos de enterar y siempre hay un camino en el que profundizar para entender a Jesús en nuestra vida.
Tener ojos y oídos no implica ni ver ni oír. Son órganos que necesitan de nuestra atención, que desgraciadamente se halla dispersa entre tanto ruido y prisa. Solemos andar distraídos en cosas y en esa distracción nos cuesta poner el foco en lo importante desde lo cual entender la vida. Hoy podría ser un día para ver que vemos y para oír qué oímos. Feliz martes.