2 de julio. Sábado XIII tiempo ordinario
Los tiempos avanzan una barbaridad. Vivimos en la edad del cambio acelerado donde parece que el tiempo no nos llega y la velocidad nos hace mezclar todo sin dejar de reposar nada. Pero la vida y los procesos necesitan tiempos que no nos damos. Necesitamos un odre de tiempo nuevo.
La propuesta de Jesús nos trae un tiempo nuevo que necesita de un esquema distinto al que entonces se vivía y al que hoy vivimos. El Evangelio rompe esquemas, pero reconstruye otros en los que la persona crece.
Hoy puede ser un día para intuir eso darnos tiempo para fabricar odres nuevos. Dejar de hacer remiendos en la vida y tratar de entrar en un nuevo esquema en el que nos regalemos el tiempo simbolizado en el vino que comparte, que celebra y que se da tiempo.