28 de septiembre. Miércoles de la XXVI semana del tiempo cordinario
Hay un término que se ha puesto de moda con esto d elas redes sociales que es el de followers. La cosa es que mucha gente sigue a otra gente por redes, pero me temo que es un seguimiento más virtual que real. Es un seguimiento que no compromete.
En el Evangelio Jesús subraya la radicalidad del seguimiento en el Reino. Se trata de algo que atrapa toda la vida, que implica a toda la persona incluidas sus relaciones. Seguir a Jesús es convertir el corazón, la cabeza y las manos.
¿Con quién estamos realmente comprometidos? ¿Por quién nos complicamos la vida? Entre tanto podemos dar gracias por esas personas que se han implicado en nuestra vida y que caminan con nosotros siguiendo a Jesús. Feliz miércoles.