1 de noviembre, Martes Todos los Santos
En el mercadeo en el que vivimos siempre nos ofrecen fórmulas para la felicidd, esta experiencia, este otro coche, el viaje de tu vida, la fregona que te dará más tiempo,… Pero la vida se empeña en decirnos que la felicidad viene por otro lado distinto.
Las bienaventuranzas nos poenen en situación relacional y las situaciones de fragilidad que Jesús plantean se ven asistidas. El punto no está en la situación, sino el punto está en que la bienaventuranza es la propia relación con Dios. La vida, en sus oscuridades y en sus luces se vive diferente desde Dios y es ahí donde somos bienaventurados.
Un reto para hoy es descubirir las bienaventuranzas de nuestra vida. Ayudados por los santos y santas de nuestras vidas, un posible ejercicio es reconocer y agradecer las bienaventuranzas de mi vida. En este día de hoy de todos los santos podríamos tomar conciencia, como dice Ignacio, ante todos los santos interpelando por mi, de cómo vivo mis bienaventuranzas. Feliz martes.
La vida, en sus oscuridades y en sus luces se vive diferente desde Dios y es ahí donde somos bienaventurados.