9 de noviembre, Miércoles de la semana XXXII del tiempo ordinario
De vez en cuando conviene recordar a los crucificados del mundo. En el caso de Jesús, la aproximación a la cruz era distinta, unos iban a insultar, otros a ver un espectáculo y otras como María y Juan, simplemente a estar junto al crucificado y acompañarle en el trance.
En el Evangelio, en la medida que la vida de Jesús se apaga, comienza un nuevo camino para Juan y María. Ella como madre y él como discípulo que representa a tantos otros comenzarán el camino de la fe de una manera nueva, pero que parte de la experiencia ante el crucificado.
Hoy podríamos hacer memoria de los crucificados, desde aquellos que tienen nombre a tantos anónimos en el mundo. Como María y Juan, ya poco podemos hacer más que acercarnos de corazón a ellos y aprender para el camino que sigue. Feliz miércoles.