30 de junio, Viernes XII del tiempo ordinario
En estos tiempos virtuales y especialmente tras la pandemia es posible que nos hayamos alejado algo los unos de los otros. El asunto se agrava cuando esto se da en una sociedad en la que se encuentran personas que son intocables, es decir que están tan alejadas y excluidas en la sociedad que no merecen ni ser tocadas por el asco que producen.
Jesús rompe un tabú gigante: toca a un leproso. No sólo toca a un intocable social, sino que rompe una norma religiosa social lo cual ocurre delante de mucha gente y será fuente de conflicto. Jesús cura personas frente a lo políticamente y religiosamente correcto de su tiempo.
En general es propio de los mamíferos y por tanto de los humanos eso de tocarse. Desde pequeños las crías se han de acercar a la madre para que les alimente. A medida que nos hacemos mayores nos alejamos del calor materno, pero seguimos necesitanto ese calor humano que nos haga recordar que somos un nosotros grande en vez de un yo pequeño. Feliz viernes.