10 de julio, Domingo XIV del tiempo ordinario
Nos encanta ocuparlo todo. Nuestra presencia suele ser un tanto invasiva y nuestra tendencia general es tratar de ser el centro. Como seres humanos el mundo se ve desde nuestros ojos y tratamos de que la realidad es según nuestra perspectiva de tal manera que ignoramos otras.
El Evangelio nos presenta dos acciones de Jesús por dos mujeres. El Evangelio es buena noticia para todas y todos pero tenemos que dejarle hacer. Por eso es importante el dejar sitio a Dios en nuestras vidas, dejando a un lado el alboroto que nos distrae.
Dejar a los demás y a Dios sitio en nuestras vidas es dar la oportunidad de que nos pasen cosas buenas. No tiene por qué estar todo bajo nuestro control, sino que el reto es dejar que la vida nos sorprenda por medio de los demás. Feliz lunes.