18 de julio, Martes XV del tiempo ordinario
Nuestros deseos siempre están queriendo escalar al cielo, el asunto es que eso de subir al cielo es más complicado de lo que parece sobre todo cuando es el deseo inflamado por el orgullo. Solemos tener una mirada conquistadora en vez de contemplativa del cielo.
En el Evangelio de hoy Jesús reprocha la poca fe y poca respuesta a sus signos. Las cosas suceden, pero para interpretarlas en su profundidad necesitamos de los ojos de la fe. Creer en Jesús es la constante invitación de los evangelios.
Imágenes como la torre de babel nos recuerdan lo inflamados que pueden estar nuestros deseos. Queremos subir a lo alto, pero se nos olvdan las raíces, los cimientos, el fundamento que sostengan la escalada. A veces hay demasiado humo en los deseos y poca realidad en las obras. Feliz martes.