8 de diciembre, Jueves I Adviento Inmaculada Concepción
Hay etapas en la vida que pueden parecer grises. Son tiempos sin colores especiales y que la vida no nos resuena demasiado. A ello se pueden añadir las dificultades propias de la vida y la situación se convierte en desesperanza.
El ángel reconoce a María como llena de gracia. Esa mujer, que en su sencillez y juventud es capaz de responder con todo su ser a la invitación de Dios. Es ella quien pudo hacer posible que Dios se hicera ser humano y es quien cuidó de Dios (así la ha reconocido la Iglesia) hasta más allá de la cruz.
María era una entusiasta (entusiasmo significa llena de Dios) que hizo de lo imposible posible. En nuestras vidas también nos hemos encontrado con otras personas que con su entusiasmo han hecho milagros en la vida con su empeño, con su alegría y con su ilusión. Hoy también queremos dar gracias a todas ellas. Mila esker. Feliz viernes.