4 de marzoLunes III de Cuaresma
Muchas sociedades somos excluyentes. Tenemos el arte de cuidar la identidad por medio de la exclusión y de separar a unos de otros. A ello se añade que lo hacemos con enfado e incluso con violencia sobre el diferente.
En este pasaje del Evangelio según San Lucas, se nos presenta una profunda reflexión sobre la aceptación y el rechazo. Jesús enfrenta la dura realidad de que ningún profeta es aceptado en su propia tierra, ilustrando este punto con ejemplos de la historia de Israel que demuestran cómo la gracia y los milagros a menudo se manifiestan donde menos se espera. La reacción violenta de la multitud destaca la resistencia a aceptar lo desconocido o lo que desafía nuestras expectativas y prejuicios.
Hoy podemos dar una vuelta sobre nuestra propia apertura a lo inesperado y a lo divino, sino también sobre cómo reaccionamos ante aquellos que desafían nuestras convicciones más profundas. Feliz lunes.
Cuanta razón! Gracias