15 de marzo Viernes IV de Cuaresma
Hay veces que la vida se nos hace hostil. Vivimos en entornos con una agresividad y un sentido de competencia en la que los demás se nos hacen adversarios. Es por eso que a veces el Homo hominis lupus puede tener vigencia.
La reacción de la gente de Jerusalén revela una mezcla de sorpresa, incredulidad y curiosidad. Se preguntan abiertamente cómo es que Jesús, siendo tan buscado por las autoridades, puede hablar tan libremente sin enfrentar represalias.
Hoy podríamos pensar sobre nuestra propia comprensión de Jesús. Nos desafía a mirar más allá de las percepciones superficiales y a buscar un entendimiento más profundo de su persona en nuestra vida. Feliz viernes.