Cimientos firmes

13 de septiembre, sábado de la XXIII semana del tiempo ordinario.

En medio de nuestras rutinas agitadas se hace evidente nuestro deseo de equilibrio. Entre la presión de las agendas y la necesidad de pausa, buscamos un respiro que nos devuelva claridad. La vida urbana late con intensidad, pero también con fragilidad.

El Evangelio de hoy nos recuerda la importancia de los cimientos; un árbol se reconoce por sus frutos, y una casa sólida resiste la tormenta. Jesús nos dice que no basta escuchar, sino poner en práctica lo aprendido.

LA vida se trata de construir sobre lo que permanece, aunque lo visible se tambalee. Seamos arquitectos de vínculos auténticos, de gestos que resistan la intemperie. Intentemos caminar hacia un horizonte donde lo verdadero se haga sólido y lo frágil se transforme en fortaleza compartida. Feliz sábado.

Esta entrada fue publicada en Publicaciones del blog. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.