14 de septiembre, domingo de la XXIV semana del tiempo ordinario.Exaltación de la Santa Cruz.
Abundan las noticias que generan cansancio y cierta sensación de desánimo colectivo. Buscamos relatos que devuelvan confianza. La rutina informativa nos abruma con cifras, conflictos y problemas que parecen no tener salida y nos llevan a la desesperanza.
El Evangelio de hoy nos recuerda que la vida encuentra su plenitud cuando se abre paso el amor verdadero. La aparente derrota, se revela como ocasión de crecimiento, y lo que parecía sombra se ilumina con nueva claridad. La mirada elevada transforma lo cotidiano en promesa.
Intentemos elevar la mirada y respirar hondo, más allá de las prisas y las dudas. Descubramos juntos lo que sostiene y fortalece en medio de la fragilidad. Caminemos hacia un horizonte compartido donde la esperanza sea semilla de futuro. Feliz domingo.
