29 de septiembre, lunes de la XXVI semana del tiempo ordinario. Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
En un tiempo en que las apariencias pesan más que la verdad, valoramos la transparencia como algo casi excepcional. Vivimos rodeados de filtros y máscaras que esconden lo que realmente somos. Por eso, la autenticidad se convierte en un bien escaso y precioso.
El Evangelio nos muestra a Jesús reconociendo en Natanael a un israelita de verdad, alguien en quien no hay engaño. Esa mirada que descubre lo auténtico abre en él la confesión más honda: «Tú eres el Hijo de Dios». Lo verdadero conecta con lo verdadero y genera confianza.
Nuestro mundo nos llama a vivir con transparencia, sin fingir lo que no somos. Se trata de ir a la verdad que somos cada uno y buscar la verdad de la vida. Se trata de una verdad que nos hará libres. Feliz lunes.
