10 de noviembre, lunes de la semana 32 del Tiempo Ordinario.
Vivimos tiempos en los que la confianza entre las personas se pone a prueba con facilidad. Las redes amplifican los errores, los juicios se vuelven inmediatos y la compasión parece un lujo escaso. Sin embargo, todos anhelamos vínculos donde el perdón y la fe sostengan la fragilidad humana.
Jesús invita a cuidar lo pequeño y lo frágil, a no ser motivo de tropiezo para otros. Llama a corregir con ternura y a perdonar sin cansancio, incluso cuando el dolor se repite. Y recuerda que la fe, por mínima que sea, puede transformar lo imposible en camino de vida.
Intentemos confiar más en lo que aún puede brotar dentro de nosotros. Cultivemos gestos que sanen, palabras que acompañen y decisiones que reparen lo roto. Quizá entonces la fe, aunque diminuta, empiece a mover las raíces del mundo que compartimos.Feliz lunes
