14 de abril . Domingo III de Pascua.
En la vida solemos andar en automático hasta que nos pase algo que nos abra el entendimiento. Es un momento en que la realidad se nos revela de una manera nueva y se amplía el mismo concepto de la vida a nuevos lugares.
Los discípulos nos enfrentamos a momentos de incertidumbre y confusión, donde las «Escrituras» se convierten en fuente de sabiduría. Se nos invita a buscar y estar abiertos a esos momentos de claridad, donde algo más grande que nosotros, ene ste caos el Resucitado, puede abrir nuestro entendimiento.
Podríamos tomar tiempo para la reflexión profunda, buscar diálogos significativos con otros, y permitirnos ser vulnerables a nuevas ideas y perspectivas. Se trata de estar abiertos a algo más grande que nos puede pasar. Feliz domingo.