Lecturas 5 de septiembre. Domingo XXIII semana tiempo ordinario
En nuestra sociedad tenemos sorderas selectivas. Abrimos los oídos a algunos y por otra parte nos hacemos sordos para otros. Es curioso como los susurros de un futbolista ocupan la prensa del periódico, pero los gritos de socorro de Haití son silencio sepulcral en nuestros medios.
La escena de la curación del sordo es también significativa. Hace referencia, no sólo a la capacidad de oír, sino la de ser capaces de escuchar a Jesús mismo. Lo que le pasa al sordo, muchas veces le pasa al creyente, y necesita que Jesús diga ábrete, para escuchar al mundo.
Hoy podría ser un buen día para abrir los oídos a la conversación. Entre comida, paseos, compartidos, seamos capaces de escuchar al que tenemos al lado. Es la ocasión de conversar la vida con nuestros compañeros de vida. Feliz domingo.