13 de agosto. Sábado XIX Tiempo Ordinario
Con motivo de la pandemia hemos vivido un proceso de alejamiento mutuo. Se redujeron las ocasiones de encuentros, se redujeron los espacios gratuitos de sobremesa y similares y desde luego se redujo el contacto físico. Pero la humanidad necesita seguir aproximándose para seguir manteniendo y fortaleciendo los vínculos que nos alejan de la soledad.
Jesús evita el monopolio de su persona. Los niños en su tiempo eran parte del paisaje, pero eran casi nadie. Jesús dice que el Reino de Dios es especialmente para los nadie o casi nadie y no deja que otros controlen quién se acerca o no a Él.
Hoy podemos caer en la cuenta de nuestros acercamientos a otros; conversaciones, caricias, miradas que nos conectan con otros y son los que serán el gran regalo de hoy para nosootrs. Disfrutémoslo. Feliz sábado.